Remodelación facial. Bioplastia

Aunque por su nombre esta técnica puede parecer algo muy drástico, o que nos va a cambiar radicalmente, veremos que los cambios que produce son muy naturales y no se producen grandes alteraciones en nuestra imagen. Se trata de conseguir mejorar sin dejar de ser nosotros mismos.

Muchos de los cambios que apreciamos cuando envejecemos son causados por la pérdida y/o desplazamiento de los volúmenes faciales. El más evidente, por ejemplo, es la pér¬dida de volumen en los labios que, junto con la fuerza del músculo, producen las arrugas peribucales, el llamado código de barras. Simplemente devolviendo el volumen al labio, NO AUMENTÁNDOLO, sólo dejándolo como era antes, se con¬sigue disimular notablemente las arrugas del labio superior.

Otras arrugas que nos suelen preocupar son el surco naso geniano ( SNG) que es la arruga que va desde las aletas nasales hasta el borde de la boca, y a veces se extiende formando otra arru¬ga llamada de marioneta que rompe la línea mandibular y es un claro signo de envejecimiento.

Para tratar estas arrugas debemos actuar sobre el factor causante de las mismas y no intentar rellenarlas con grandes canti¬dades de productos que lo que consegui¬rán es dar más volumen en una zona ya sobrecargada y a la larga este producto provocará mayor descolgamiento. Por lo tanto, en estos casos realizar una BIOPLASTIA de pómulos podría ser una solución. No se trata de dar un gran vo¬lumen de pómulo sino más bien devolver el volumen perdido y de alguna manera fijar y proyectar, a modo de efecto lifting, la piel de la mejilla hacia arriba y hacia atrás, en dirección a las orejas. De esta manera conseguimos disminuir la pro¬fundidad del SNG sin ni siquiera poner producto en esta zona. Otras zonas a tratar son mentón, arco mandibular, nariz, etc.

Tratamientos de rejuvenecimiento facial

Los productos ideales para realizar bio¬plastias son H.A. de larga duración (dos años) o Hidroxiapatita Cálcica. Son muy seguros, ampliamente testados y con muy pocos efectos secundarios. No producen mucha inflamación y no es  necesario interrumpir nuestra vida cotidiana. Algún pequeño hematoma, y no en todas las ocasiones, son el único signo visible del tratamiento. Los resultados son inmediatos, se aprecian nada más inyectar el producto si bien es cierto que debemos esperar de una a dos semanas para ver el resultado definitivo, cuando ha desaparecido del todo la inflamación. Esta técnica no sólo soluciona en gran medida las arrugas producidas por la pérdida de volúmenes si no que, además, es un tratamiento preventivo para evitar la formación de arrugas nuevas, y para frenar el progreso de las ya exis¬tentes porque, en el fondo, estamos tratando uno de los factores causantes de las mismas.

Las posibles zonas faciales donde podemos recuperar volúmenes son múltiples y dependen de cada persona, tanto de su particular anatomía, como de la diferente manera que tenemos de envejecer o de perder volumen de cada zona.
En cada caso realizaremos la BIOPLASTIA adecuada como tratamiento único o combinado con otras técnicas de rejuvenecimiento.