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Dietas Anticelulíticas

Dietas Anticelulíticas

¿Es posible influir sobre el tejido graso localizado con la dieta?

En cierto modo Sí.

Cuando buscamos en bibliografías dietas anticelulíticas se encuentran habitualmente dietas que son HIPOCALÓRICAS, DEPURATICAS, DIURÉTICAS, LAXANTES. Este tipo de dietas no suelen ayudar mucho para la grasa localizada y, en ocasiones, pueden incluso ser negativas, ya que, aunque pueden hacer que adelgacemos, al ser hipocalóricas frenan el metabolismo y el cuerpo entra en “modo de ahorro” con lo que reserva la grasa en las zonas de depósito habituales y nos comemos nuestro músculo ya que las muy hipocalóricas suelen ser bajas en proteínas, que son indispensables. En principio pueden ser diuréticas, pero a largo plazo, al bajar las proteínas en el torrente sanguíneo disminuyen la diuresis y se retiene líquido. En resumen : NO SON ACONSEJABLES.

 

 

¿Entonces, qué tipo de dieta debemos hacer para favorecer la eliminación de grasa localizada?

La más aconsejable sería una dieta normo o hiper proteica, con disminución de los hidratos de carbono todo o parte del día, dependiendo de si es necesario o no perder mucho peso, y de la actividad física de la paciente. La dieta es un apoyo importantísimo en estos casos pero no puede ser lo único que hagamos. Tenemos que hacer ejercicio y, por supuesto, acompañar de tratamientos locales anticelulíticos adecuados a cada persona y localización y estadio de la  celulitis.

 

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Principales tratamientos anticelulíticos:

MESOTERAPIA. Es uno de los tratamientos más antiguos y eficaces contra
la celulitis. Se trata de realizar múltiples punciones muy superficiales con unas agujas especiales de calibre microscópico. Se inyectan productos homeopáticos específicos de eficacia e inocuidad demostrada.

ELECTRO Y PRESOTERAPIA. Ambas técnicas son muy usadas y su fundamento es mejorar la circulación y la tensión de la piel. RADIOFRECUENCIA corporal es lipolítica y estimuladora de la formación de colágeno, por lo tanto mejora, previene y disminuye la flacidez.

CAVITACIÓN. Consiste en atacar los adipocitos con ultrasonidos de una frecuencia adecuada que provoca la aparición de burbujas en la grasa que si se persiste adecuadamente algunas llegan a explosionar y romper el adipocito.

CRIOLIPOLISIS. Es una novedosa técnica que provoca la muerte diferida de los adipocitos bajando la temperatura de los mismos, sin dañar las estructuras que le rodean.

CLASIFICACIÓN DE LA CELULITIS. Es muy importante diagnosticar en qué estadio de la celulitis se está. De ello depende el pronóstico de la posible mejoría. Los tres estadios de la CELULITIS:

  • CELULITIS GRADO I: No se observa prácticamente ni de pie ni acostada y es necesario “pellizcar la piel para que se haga evidente”. Su pronóstico es muy bueno, pudiéndose llegar a la completa eliminación.
  • CELULITIS GRADO II: No se observa acostada, pero se hace evidente cuando nos ponemos de pie. Se puede mejorar con el tratamiento, pero no podemos asegurar totalmente su eliminación.
  • CELULITIS GRADO III: Se aprecia aún con la paciente acostada. Es imposible eliminarla, aunque se puede mejorar. Esta clasificación se complica atendiendo a la localización, extensión y flacidez asociada. Estas características pueden modificar el grado. El sobrepeso puede, si bien genera celulitis, ayudar ya que permite establecer una dieta más intensa y prolongada.

Por último, cada caso es singular y requiere un tratamiento especial. Así mismo, el resultado mejora notablemente al combinar varias técnicas anticelulíticas entre sí, y añadir EJERCICIO y DIETA.

 

 

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